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Sorah Al-Qamar ( The Moon )
Verses Number 55
Se acerca la Hora, se hiende la luna.
Si ven un signo, se apartan y dicen: «¡Es una magia continua!»
Desmienten y siguen sus pasiones. Pero todo está decretado.
Ya han recibido noticias disuasivas,
consumada sabiduría. Pero las advertencias no sirven.
¡Apártate, pues, de ellos! El día que el Pregonero les convoque para algo horrible,
abatida la mirada, saldrán de las sepulturas como si fueran langostas esparcidas,
corriendo con el cuello extendido hacia el Pregonero. Dirán los infieles: «¡Éste es un día difícil!»
Antes de ello, ya el pueblo de Noé había desmentido. Desmintieron a Nuestro siervo y dijeron: «¡Un poseso!», y fue rechazado.
Entonces, invocó a su Señor. «¡Estoy vencido! ¡Defiéndete!»
Abrimos las puertas del cielo a una lluvia torrencial
y en la tierra hicimos manar fuentes. Y el agua se encontró según una orden decretada.
Le embarcamos en aquello de planchas y de fibras,
que navegó bajo Nuestra mirada como retribución de aquél que había sido negado.
La dejamos como signo. Pero ¿hay alguien que se deje amonestar?
Y ¡cuáles no fueron Mi castigo y Mis advertencias!
Hemos facilitado el Corán para que pueda servir de amonestación. Pero ¿hay alguien que se deje amonestar?
Los aditas desmintieron y ¡cuáles no fueron Mi castigo y Mis advertencias!
En un día nefasto e interminable enviamos contra ellos un viento glacial,
que arrancaba a los hombres como si hubieran sido troncos de palmeras descuajadas.
Y ¡cuáles no fueron Mi castigo y Mis advertencias!
Hemos facilitado el Corán para que pueda servir de amonestación. Pero ¿hay alguien que se deje amonestar?
Los tamudeos desmintieron las advertencias
y dijeron: «¿Vamos a seguir a un solo mortal, salido de nosotros? ¡Estaríamos extraviados y deliraríamos!
¿A él, entre nosotros, se le iba a confiar la Amonestación? ¡No, sino que es un mentiroso, un insolente!»
¡Mañana verán quién es el mentiroso, el insolente!
Vamos a enviarles la camella para tentarles. ¡Obsérvales y ten paciencia!
Infórmales de que el agua debe repartirse entre ellos y de que beberán por turno.
Llamaron a su paisano, que se hizo cargo y desjarretó.
Y ¡cuáles no fueron Mi castigo y Mis advertencias!
Les lanzamos un solo Grito y fueron como hierba seca que se emplea para levantar una cerca.
Hemos facilitado el Corán para que pueda servir de amonestación. Pero ¿hay alguien que se deje amonestar?
El pueblo de Lot desmintió las advertencias.
Enviamos contra ellos una tempestad de arena. Exceptuamos a la familia de Lot, a la que salvamos al rayar el alba,
en virtud de una gracia venida de Nosotros. Así retribuimos al agradecido.
Les había prevenido contra Nuestro rigor, pero pusieron en duda las advertencias.
Le exigieron a sus huéspedes y les apagamos los ojos. «¡Gustad Mi castigo y Mis advertencias!»
A la mañana siguiente, temprano, les sorprendió un castigo duradero.
«¡Gustad Mi castigo y Mis advertencias!»
Hemos facilitado el Corán para que pueda servir de amonestación. Pero ¿hay alguien que se deje amonestar?
Y, ciertamente, la gente de Faraón fue advertida.
Desmintieron todos Nuestros signos y les sorprendimos como sorprende Uno poderoso, potísimo.
¿Son vuestros infieles mejores que aquéllos? ¿O hay en las Escrituras algo que os inmunice?
¿O dicen: «Somos un conjunto capaz de defenderse»?
Todos serán derrotados y huirán.
Pero la Hora es el tiempo que se les ha fijado y la Hora es crudelísima, amarguísima.
Los pecadores están extraviados y deliran.
El día que sean arrastrados boca abajo al Fuego: «¡Gustad el contacto del saqar !»
Todo lo hemos creado con medida.
Nuestra orden no consiste sino en una sola palabra, como un abrir y cerrar de ojos.
Hemos hecho perecer a vuestros semejantes. Pero ¿hay alguien que se deje amonestar?
Todo lo que han hecho consta en las Escrituras.
Todo, grande o pequeño, está con signado.
Los temerosos de Alá estarán entre jardines y arroyos,
en una sede buena, junto a un potísimo Monarca.